Temas-Competencias Digitales

jueves, 6 de noviembre de 2014

De booktubers y caldos de gallina

Imaginemos a un hombre al que le gustan mucho los gallos y las gallinas. Pero mucho. Le gustan tanto que ha dedicado años al estudio de su taxonomía, su canto, los secretos de su domesticación y su desarrollo evolutivo desde sus ancestros prehistóricos. Ha publicado, entre otras obras del tipo, Gallus: de Egipto a nuestros días y ¿Quiquiriqué? Historia multilingüe de una onomatopeya. Es celebrado en todo el mundo por otros ocho expertos en el tema ―aunque no tan duchos como él―, y hasta el gobierno de Francia, que lleva por emblema su objeto de estudio, lo ha condecorado con la Orden de las Palmas Académicas. Ahora imaginemos a otro hombre, éste un estudiante de ingeniería civil, que pone una cámara en su recámara y graba un video para sus seguidores en YouTube sobre el puesto de caldos de gallina que está junto a la clínica del IMSS en la avenida Lomas Verdes y que acaba de reclamarlo como su nuevo y vehemente adepto.



Ahora respondamos: ¿a cuál de los dos le gusta más la gallina? ¿Quién tiene más derecho a hablar de ella?
Por último, sustituyamos al hipotético gallinólogo por un crítico literario forjado en la academia, al ingeniero por un booktuber que enumera las “Cinco razones por las que debes leer El psicoanalista”, y a la gallina por la literatura. ¿Qué respondemos?

Lo cierto es que se trata de preguntas tramposas. Pero la discusión es real, según se lee en algunas famosas publicaciones, y arroja falsas dicotomías sobre las que se ha escupido mucha tinta: la alta literatura y la que debe mirarse por encima del hombro, la alta crítica y la reseñitis, bla y bla.
Ayer, preparando esta entrada, veía el video en el que una chica recomienda Los miserables, de Víctor Hugo; la misma chica que, en otro video, comenta Bajo la misma estrella de John Green. Hay a quien, como en el vínculo anterior, le parece poco menos que apocalíptico que la crítica literaria se vea reducida a la ligereza de una recomendación videobloguera.

Uno debe estar verdaderamente confundido en su concepto de crítica para asumir que el grueso de los booktubers la ejerce e indignarse porque la ejerce mal. Dejando fuera la irresistible idea romántica de que todo lector es un crítico y toda crítica una lectura, asumamos que hay un grupo de gente que se dedica a ello de forma profesional, lo que eso signifique. Tienen años de refinada pasión monotemática y un bagaje de lecturas correctas para hacerle la autopsia a un libro, y se han ganado el aplauso de sus colegas. Sus especímenes más fanatizados ―y por ello más enternecedores pero también más peligrosos― se creen dueños de la potestad de repartir cánones y dictaminar sobre el placer de la lectura ajena. Pero entre los sensatos, loas aparte, su trabajo interpretativo se agradece cuando es honesto y esclarecedor.
La mayoría de los booktubers carecen de esa formación y no aspiran a tenerla. Hay que ser muy idiota, al menos en este momento de la Historia, para creer que sus recomendaciones buscan colonizar ese limbo oscilante entre la especialización legítima y el elitismo imbécil que llamamos crítica literaria. Vuelvo a mi ejemplo: contaminado como está uno de aprendizajes tomados demasiado en serio, es fácil juzgar a la chica que defendía Los miserables por su conmovedora pobreza léxica y su absoluta ignorancia del contexto francorrevolucionario, ya no digamos la obscenidad de codear a Victor Hugo con John Green. Pero si uno es más listo y se pone en el lugar del lector no especializado, el que ―oh, ambrosía a la que muchos le han perdido el sabor― lee por puro placer, nos encontramos con que quizá esta chica le ha reclutado más incautos al romanticismo francés que la SEP. Yo mismo me encontré sonriendo ante la posibilidad de redescubrir las peripecias de Jean Valjean, no convencido de una lista de bondades extraídas con bisturí sino contagiado de un entusiasmo primitivo y liberador.

No se puede culpar al internet de la podredumbre en la academia. Imaginemos a Gabriel Zaid (inventémosle una cara si nunca lo hemos visto) grabando uno de esos videos en la sala de su casa. Les juro que no va a reseñar Juego de tronos (aunque nada de malo tendría). Ahora imaginemos a cualquier tesista de letras inglesas buscando fuentes de referencia. Les juro (aunque no faltará el revolucionario) que no va a citar el canal en YouTube de YonquiDeLasLetras. Nadie puede negarnos el derecho a la especialización por lo que nos apasiona, pero tampoco el derecho a que alguien, quien sea, nos recomiende un buen caldo de gallina nomás porque está bueno.

ARTICULO TOMADA DE: http://www.lahojadearena.com

lunes, 20 de octubre de 2014

Amanecer explotado....


Entrevista a John Connolly sobre el mal

La tensión en manos de John Connolly (Dublín, 1968) es un arte, el arte de obligarte a seguir pese a la inquietud pero sin llegar a asfixiarte. En su última novela, La ira de los ángeles (Tusquets), nueva entrega de la saga policiaca protagonizada por Charlie Parker, el manejo de nuestras emociones es brutal.

Crea el autor de Malvados y la serie de novelas policiacas protagonizadas por Parker imágenes que hacen que nos giremos en el pasillo por si acaso esa extraña mujer del bosque de La ira de los ángeles está detrás de nosotros. Novela negra llena de elementos sobrenaturales que hoy ya no suscitan críticas por parte de los defensores del género en su estado más puro. Esa pureza es hace ya tiempo mestizaje.


¿Pasa usted miedo cuando escribe? Porque hay escenas...
No me asusto con casi nada. Parte de lo que me divierte es asustar al lector. Sin llevarlos al horror extremo. Lo que a veces sí me pasa es que me sorprenden mis propios personajes. Y ocasionalmente sí es verdad que me cuesta narrar algunas cosas.
¿Por ejemplo?
En mis obras sale bastante el cáncer. Y eso me cuesta. Sé que es porque mi padre murió de cáncer y siento miedo de que el cuerpo se alíe contra sí mismo, que es lo que pasa cuando tienes cáncer.  Otra cosa que me marcó y me influye es algo que me pasó de niño.
¿No me irá a decir que lo abandonaron?
No, pero sentí eso. De pequeño llegué a mi casa y mi casa no estaba. Tenía cinco años y me senté en el bordillo angustiado: mi casa no estaba. Una vecina me vio y vino, y me dijo: pero si es tu casa, lo que pasa es que la han pintado. Era de otro color y por eso no la reconocía. Aquella sensación de miedo a que me hubieran abandonado está en mis libros.
Dicen que todos los miedos se crean en la infancia...
Sí. Y cada adulto tiene el niño que fue y que sigue esperando al adulto en que se va a convertir. Vuelvo a la infancia y a la adolescencia por ello. Un niño que ha sido infeliz suele ser un adulto infeliz.
¿Suele o es imposible cambiarlo?
Bueno, la verdad es que no conozco a tantos adultos contentos. Conformarse está bien cuando vas siendo mayor porque te enfadas menos, pero los jóvenes no deben contentarse porque si lo hacen no lograrán nada.
¿Por eso empezó usted a escribir?, ¿porque no se contentaba siendo periodista?
Sí, no me gustaba el periodismo. Hay gente hecha para ello y luego hay otra que se mete en el periodismo para poder escribir. Yo era de ésos.

Y al final si eres de estos últimos acaba siendo frustrante...
Me frustré. Mi primer libro salió de esa frustración. Nunca habría escrito un libro si me hubiera contentado con mi trabajo como periodista.
¿Sería entonces hoy periodista?
Creo que sí, y además es más interesante que ser contable. Pero si te acostumbras a escribir siempre 500 o mil palabras año tras año al final es difícil poder escribir una novela.
¿Puede leer sus libros una vez se han publicado?
Imposible, porque sólo veo errores.  Lo que me gusta es cuando ya tengo el primer borrador, escribo sin planificar, y entonces empiezo a reescribir. No hay escritores maravillosos, hay muy buenos reescritores.
Sólo ve errores, pero es que ¿alguna obra de arte no los tiene?
Todo arte tiene una imperfección. Si escribieras el libro perfecto, ¿volverías a escribir? Yo creo en eso de: falla otra vez y falla mejor. Y eso es lo que hacemos todos: fracasar mejor. Conoces los errores que cometes y esos ya no los repites, cometes otros, pero no los mismos.
¿Una venganza de la vida en la que repetimos tanto los errores?
Sí, la definición de la locura es hacer cada vez lo mismo esperando un resultado distinto.
Usted que tanto ha escrito sobre el mal, ¿ha conseguido saber cuál es su verdadera naturaleza?
Todos tenemos un yo secreto lleno de vergüenza, culpa, remordimientos, dolor y cosas oscuras. La mayoría de la gente no es mala, pero es egoísta y del egoísmo nace el mal.
¿Y de la envidia?
No, del egoísmo. Pero el mal tiene una gradación: se van dando muchos pequeños y de repente te encuentas en una situación terrible. A los neurocientíficos les interesan los prisioneros de crímenes violentos y horribles, y han comprobado que sus cerebros están conectados de manera distinta. Lo que preguntan los libros sobre estos actos horribles, inexplicables, es si hay algo fuera que los provoca. ¿Hay un ser del mal que lo genera y mueve?





Fuente originaria: http://www.20minutos.es/noticia/2163580/0/entrevista/john-connolly/la-ira-de-los-angeles/

martes, 7 de octubre de 2014

Nobel de Física por bombillas de LED.

Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura reciben este año el máximo galardón mundial de física, el Premio Nobel, por un trabajo que disparó una revolución en la tecnología de la luz: la “invención de los diodos emisores de luz azul eficientes que han permitido las fuentes de luz brillantes y de ahorro energético”, según ha destacado el comité de la Real Academia sueca de ciencias. En otras palabras, Akasaki y sus colegas abrieron la puerta a las bombillas LED de luz blanca y larga duración. “Con las bombillas LED tenemos ahora alternativas más duraderas y más eficientes a las viejas fuentes de luz”, destaca la academia sueca.
Akasaki, Amano (ambos de la Universidad de Nagoya, en Japón) y Nakamura (en la Universidad de California en Santa Cruz) lograron crear haces de luz azul con semiconductores a principios de los años noventa. Los diodos rojos y verdes existían desde hacía tiempo, pero hacía falta el tercer color, el azul, para lograr esa suma de los tres que produce el blanco, ha explicado Staefan Normark, secretario permanente de la Academia Sueca al anunciar en Estocolmo, a las 11.45 de la mañana, el Premio Nobel de Física 2014. Pese a los esfuerzos de la industria y de los científicos, el LED azul se había resistido durante 30 años.



Los tres investigadores premiados triunfaron donde todos habían fracasado hasta entonces. “Akasaki trabajaba con Amano en la Universidad de Nagoya y Nakamura estaba entonces empleado en Nichia Chemicals, una pequeña empresa de Tokushima, Nichia”, continúa la Real Academia Sueca de Ciencias. “Su invento fue revolucionario. Las bombillas de luz incandescente iluminaron el siglo XX; el siglo XXI será el de las bombillas LED”.
"Siempre le recomiendo a los jóvenes científicos que no centren sus trabajos en lo que está de moda, que investiguen sobre lo que creen, aunque no consigan resultados inmediatos", explicó Akasaki durante una rueda de prensa en Nagoya minutos después de producirse el anuncio del premio que describió como “el mayor de los honores”, informa Europa Press.
Los 880.000 euros de dotación del Nobel se distribuyen a partes iguales entre los tres galardonados. Akasaki y Amano, ambos japoneses, nacieron en 1929 y 1960, respectivamente. Nakamura, 1954, tiene nacionalidad estadounidense.


Las luces LED, recalcan los científicos de la academia sueca, dado su bajísimo consumo, pueden funcionar alimentadas por paneles solares baratos, lo que abre la posibilidad de una mejora de la calidad de vida para 1.500 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a la red eléctrica. Este año, el galardón de Física se ajusta fielmente, al menos en parte, al legado de Alfred Nobel, que establece que se dediquen los fondos a “premios para aquellos que, durante el año precedente, hayan generado un gran beneficio para la humanidad”. Lo del “año precedente” no se cumple casi nunca.



Página: http://elpais.com/elpais/2014/10/07/ciencia/1412676307_341462.html

sábado, 4 de octubre de 2014

Los desertores de Corea del Norte.

Escapar de Corea del Norte es una odisea que requiere dinero, paciencia y suerte. Impensable cruzar directamente a Corea del Sur. La línea que divide la península coreana en dos —la denominada Zona Desmilitarizada— es la última frontera de la Guerra Fría, la más vigilada del mundo. Los desertores solo pueden huir a China y confiar en no ser descubiertos por las autoridades. Si el destino final es Corea del Sur, es imprescindible dar un inmenso rodeo por Tailandia o Mongolia, países que facilitan el salto. En el aeropuerto de Seúl empieza el segundo capítulo de una odisea que equivale a viajar en el tiempo: pasar de un Estado totalitario anclado en los cincuenta con una renta per cápita de 800 dólares (640 euros) a unapotencia mundial de la electrónica y la innovación, donde la renta per cápita supera los 26.000 dólares (20.800 euros).



La primera parada en territorio surcoreano para los refugiados es un centro de los servicios de inteligencia. Allí son interrogados durante semanas hasta asegurarse de que no son espías. Los desertores ingresan entonces en Hanawon, un centro gubernamental donde durante 12 semanas los preparan para adaptarse a su nueva vida. Y eso implica un aprendizaje de lo más diverso. Incluye clases de oficios como cocinera, costurera, secretaria, florista, camarero, mecánico de coches o soldador; aprender a usar un ordenador, una tarjeta de crédito (en Seúl cada vez es más raro pagar en efectivo), descubrir el vocabulario que los coreanos del Sur han incorporado desde la partición de la península o sacarse el carné de conducir.

La adaptación requiere otros conocimientos que implican una reeducación en toda regla. Resetearse. Borrar lo aprendido desde la niñez. Incluye estudiar historia —un relato que nada tiene que ver con la propaganda que los refugiados mamaron desde la infancia, que culpa a Estados Unidos y a “los títeres de Corea del Sur” de todos sus males—, aprender cómo funcionan una democracia liberal y la economía de mercado, qué implican las leyes o en qué consisten los derechos humanos. Entre clase y clase, los visitan dentistas y médicos.

Miles de desertores han hecho este curso acelerado para adaptarse al siglo XXI. Aunque el Estado les da vivienda, ayuda laboral y económica durante cinco años, integrarse es un desafío descomunal. Desde 1999 hasta la semana pasada habían llegado a Corea del Sur 27.132 desertores (el 76% mujeres, el 84% de tres provincias del noreste fronterizas con China). La surcoreana es una sociedad de 50 millones de habitantes (el doble que su vecino norteño) que en seis décadas ha prosperado de manera inimaginable. Pero el desarrollo económico ha conllevado una cultura de competencia feroz en la que los niños van a clases particulares hasta casi medianoche, y en la que difícilmente hay espacio para quien creció en una dictadura donde empleo, vivienda y los alimentos básicos están garantizados (en teoría).
Pero la mayoría de los desertores no huye del represivo sistema basado en el control de la información y los castigos colectivos. Son amas de casa y campesinos que cruzan a China escapando de la miseria. Muchos ni se planteaban desertar, cruzaban a China para hacer dinero —la corrupción ha abierto fisuras en la frontera— pero una cosa les llevó a otra, y un día aterrizaron en Seúl.
Los desertores norcoreanos son una fuente clave para reconstruir las atrocidades perpetradas por el régimen. “Las primeras preguntas son del tipo ‘¿Has visto alguna producción visual hecha fuera del país?, ¿Conoces a alguien que fuese enviado a un campo de prisioneros?, ¿A alguien que haya desaparecido de repente?, ¿Conoces el concepto de derechos humanos?”, detalla la investigadora Jeanne Kim. Con los testimonios, ella y sus colegas construyen la base de datos del Centro para los Derechos Humanos en Corea del NorteSus informes son un relato de los peores espantos, ocurridos a menudo años antes de la huida.


Intentar huir al sur o ayudar a otros a hacerlo está duramente castigado. El sargento Kim Hyul-chun, de 23 años, fue fusilado por aceptar un soborno de ocho mujeres que pretendían cruzar a China. Lo ataron a un poste en el patio de un cuartel de la ciudad norteña de Dokso-ri. Era el 9 de febrero de 2009. “Ya estaba medio muerto cuando lo subieron al patíbulo”, explicó a la ONG un testigo que pidió el anonimato por seguridad personal. “Había diez soldados, cada uno le disparó diez balas. Dijeron que había que fusilarlo ante los soldados para que sirviera de ejemplo”, relató en 2012.

Articulo original: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/03/actualidad/1412364802_055652.html

martes, 30 de septiembre de 2014

Las rutinas diarias de escritores famosos.

Un artículo demasiado bueno en el aspecto de indagar en las rutinas de los próximos escritores. 
Algunos, sumamente normales, otros que son exagerados y pocos que caen en lo absurdo. Sin embargo, ese es el camino que se han forjado como escritores. 
Sinceramente espero que algún día yo igual tenga una manera y un horario en cómo y de que manera escribir. Sin embargo, por ahora, no tengo problema. 

Está uno de mis escritores favoritos, Haruki Murakami, el cual se me hace admirable pero también cayendo un poco en lo enfermo, en lo realista.....pero eso me fascina. 

Disfrútenlo....




jueves, 18 de septiembre de 2014

Ellos te miran....



(Neblina, bosque....cámara celular)

Javier Lux -Luz y Caos-

Abril bailando.......


ABRIL BAILANDO

Abril era una chica estupenda. La conocí a mediados del caluroso verano al igual que conocí a su fascinante cuerpo. La arena quemaba pero no importaba al ver aquellos cuerpos femeninos sudar. Si hubiera podido, habría contado gota a gota de sudor que se resbalaba por sus cuerpos. Las espaldas se bronceaban y los pechos, a pesar de pequeños, brincaban como una pelota de ping-pong. Excepto las de Abril. Ella era una chica tranquila, únicamente se encontraba sentada en el tapete de playa, bajo la sombra de la sombrilla, cubriéndose constantemente de bloqueador a pesar de que el sol no la tocaba. Y estaba de acuerdo; ni Ra ni Helios ni Amateratsu o cualquier dios solar, tendría que tocar aquel cuerpo blanco, casi pálido, pero ese era parte de su atractivo. Su cabellera larga castaña cubrían los listones que sujetaban su bikini y por ende, a sus considerables pechos, aunque por suerte, aún se lograba mirar su cintura pequeña y muy bien definida; al imaginarme que ahí pudiera estar un tatuaje, de mariposa tal vez, provocaba mis pequeñas excitaciones.

Tuve suerte de encontrarla en la cafetería del Hotel antes de ir a mi habitación. Su formidable trasero era perfecto para sus carnosas y anchas piernas. No dudaba que hiciera ejercicio, pero al ver sus rasgos un poco débiles, creería que nunca hubiera corrido en el parque ni en un gimnasio. Me acerqué a ella y la saludé, Abril me contestó con una sonrisa tan perfecta de mueca a mueca. Mientras nos sentábamos con nuestros respectivos cafés, me imaginé una noche fría pero con una luna menguante brillante, como si esta al igual me saludara con su luz plateada. Al parecer Abril me conocía muy bien, había escuchado de mí por parte de sus amigas. Ella no se limitó de hablar, mi papel en esa noche fue mayormente de oyente. Nunca pensé que hablara bastante, sin embargo, no me aburrió en lo absoluto. Hacía muecas, ademanes, y sonreía cada vez que hacía eso. Lo más encantador de ella era cuando acomodaba sus lentes que se le resbalan por su respingada y pequeña nariz. Cuando me hablaba no podía dejar de mirar sus ojos; aquellos lentes de armazón negro al parecer hacían resaltar sus ojos cafés claros, y sabía porque motivo: No le gustaba que miraran sus apenas visibles pecas. Cuando me percate de esto, no pude (esta vez yo) de sonreír con malicia y con deseo. Al observarla detalladamente, imaginaba que era una chica inocente y quizás pura pero mi madre me había ensañado que ninguna mujer después de la universidad era tal cosa. “No hay mujer pura ni santa. Todas son el diablo cuando quieren” me decía. Yo le creía pero al ver a Abril, hacía que los ángeles existieran.
Nos despedimos y nos deseamos buenas noches. Yo llegué corriendo a mi habitación. No podía soportarlo más.

Me encantaba el olor a la cera derretida fresca. Después de un baño apresurado, salí con sólo las pantuflas. Sin secarme el pelo ni ponerme una toalla siquiera, me lancé al centro de la cama, donde era el único lugar donde podían iluminar las pequeñas velas. La pequeña brisa que entraba de la minúscula ranura de la ventana era ideal para no apagar las velas y para sentir pequeños cortes en mi desnudo y empapado cuerpo.

Pensé en Abril. Imaginé a Abril bailando en una oscuridad llena de luces de neón parpadeantes. Vestida con unos vaqueros exageradamente ajustados que resaltaban aún más su trasero. Con una camisa de cuadros color anaranjado y de acompañamiento, con  una cola de caballo en su cabellera. La imaginaba danzando de alguna manera a la par con la música de las estrepitosas bocinas y yo, siguiéndole la calentura de sus pasos y de sus movimientos rápidos. Sostenía con mis manos su cintura que poco a poco bajaban más. Nos acercábamos al punto de tocar nuestros pechos y mirar los brillosos que se encontraban nuestros cuellos. Sentía su respiración, olía su aliento de alcohol y de profundidad. Imaginaba mis roces de las yemas de mis dedos desabrochándole botón a botón de su camisa. Imaginaba el latir de nuestros corazones al dejar la pista de baile y meternos en el milagroso baño extendido. Nos quitábamos torpemente las camisas y yo sin cuidado, le empezaba a masajear sus pechos blancos y perfectamente redondos. Besaba cada parte, cada organismo de piel que rodeaba y cubría esos pechos pálidos. Y al final, como si un astronauta pudiera tener un helado de chocolate en la luna, chupaba sus ambos pezones; primero con mis labios y después con la punta de mi lengua. Apasionado pero tranquilamente. Imaginaba sus lentos gemidos express. Erectos sus pezones como si fueran antenas que enviaban señales a mi pene para que se pusiera erecto, este contestaba la señal. Bajaba rápido al ombligo de Abril para besarlo un poco y después dirigirme a sus pequeños labios ya mordidos por sus derechos dientes. La besaba, nuestras lenguas se tocaban y bailaban como nosotros en la pista. De reojo, la saliva salía como un hilo verde por las luces de los leds. Abril se agachaba. Yo imaginaba agarrándola de la cola de caballo y dirigiéndola hacia mi pene. Primero lo acariciaba, desde los testículos hasta la glande, tocando la punta de mi pene, como si mandara mensajes por un telégrafo. Después con su pequeña lengua lamería la parte baja de mi pene erecto y lleno de sangre. Imaginaba las pulsaciones de mi pene, la humedad de su boca y la viscosidad de su saliva que cubría todo por su lengua roja. Sus uñas y sus manos acariciaban mi abdomen y después mi trasero. Yo solo miraba abajo y sostenía más fuerte su cola de caballo;  miraría su espalda descubierta con un poco de lunares debajo de su cuello y miraría de reojo los danzantes pechos al ritmo de la entrada y salida apasionadamente de su boca a mi pene. Y después de un rato, de mirar sus lentes algo empañados; alejaría un poco su rostro con sus pómulos de su cara enrojecidos y apuntaría mi pene, como un cañón listo para abrir fuego, a sus ojos. Imaginándome eyaculándole en su rostro, me rompía. No me interesaba llenarle de semen su boca, su cabellera o sus pechos. Mi semen como proyectil cubriría sus lentes, sus gafas. El deseo de sentir que Abril viera por el resto de su vida una visión llena de semen, me excitaba, llegaba al orgasmo.
Las velas habían consumido su mitad de cera. La cama que ahora solo eran sabanas, estaban cálidas y llenas de sudor y agua. Mi respiración estaba algo agitada y las comisuras de mi boca se encontraban algo resecos. Miraba el negro que opacaba la noche a través de mi ventana y la brisa seguía rosando cada parte de mi cuerpo; mis brazos, mi frente, mis piernas, mis pechos con sus pezones erectos y mi vagina húmeda por la excitación, por aquel jugoso orgasmo.
Empezando la preparatoria, siempre quise tener un pene. Y no, no porque quisiera ser un hombre o por otro complejo, sino por el simple hecho de tener uno y más por el enfoque de hacer el amor. Todas las mujeres siempre pensamos alguna vez que sería tener un pene, sin embargo en mi caso, yo quería sentir como sería tener uno erecto casi listo para soltar el salado líquido. Había comprado un dildo, y había compartido uno con una amiga al mismo tiempo, pero ninguna vez sentí nada de excitación o calentura. Era bisexual, sin embargo, me volvían locas las mujeres. Sentía más compasión y comprendía mucho mejor sus deseos, y más que nada, al imaginarme penetrando a cualquier chica con algo de mí mismo cuerpo, como su fuera otro brazo u otra nariz, siento yo, que es más conexión y placer que  siente un hombre que una mujer.

Con Abril, con aquella Abril bailando había sentido el mejor orgasmo de mi vida. Mis pequeños y flacos dedos no eran lo suficiente para complacerme a mí misma, o por lo menos nunca al principio. Todo empezaba con mi cabeza, con mi mente, con mi imaginación. Imaginándome con un pene “femenino” siendo acariciado y después lamido, era más que suficiente para llevarme lejos. Con el simple hecho de soltar semen en el rostro de chicas jóvenes y más que nada, pareciendo puras e inocentes  viéndome con anteojos, era lo mejor que yo pudiera imaginar. Sentía que mi masturbación empezaba primero acariciándome los pechos, mordiendo mis dedos y mis uñas y después como si en verdad tuviera uno, empezaba a jalar el prepucio de mi pene imaginario, y después como cualquier chica, ya llegando al punto, mi dedos se metían a mi vagina húmeda y mojada. Rodeando por complejo mis labios mayores y menores.


Así era con cualquier chica, así fue con Abril. Mi imaginación era lo mejor que tenía para imaginarme situaciones para mi deleitante y placentera masturbación. Hasta hoy en día, la chica literaria Abril la sigo observando, y mi deseo de violarla algún día y mejor en su graduación, aún con este normal cuerpo femenino, es fuerte y lascivo. No sé, Abril es una chica especial, quizás, hasta rara.  

Javier Lux -Luz y Caos-

Interesantes hechos acerca del Viaje de Chihiro

Proveniente de la página en inglés 9gag, nos proporciona información no nueva pero si desapercibida de la obra maestra de Hayao Miyazaki. 
Es obvio, ya que algunos y sí, en su mayoría, desconocemos tanto la cultura como el mismo idioma japones(a). Sin embargo, creo yo, que esto sinceramente sólo era para los propios nipones. Detalles que a pesar de ser en cierta manera minúsculos, son sumamente importantes aún para los mismos hijos del sol naciente. Raíces son raíces que nosotros podremos ser parte de la misma tierra pero no de la misma hierba. 

http://9gag.com/gag/aRgKKq7?ref=fb.s




Aquí también les dejo un vídeo, un análisis impresionante de la película. Todo tiene un significado, absolutamente todo. Espero que lo disfruten.


Los gatos en las ventanas.






Algunos gatos les gusta mirar a la gente pasear. Ver como caminan en el pavimento o en la acera agrietada. Descifrar porque los más pequeños van agarrados de las manos de los más grandes. Les interesan saber porque se detienen cada vez que ven algo grande en una ventana, algo escrito en algunas lonas. Quieren saber por qué ríen sin necesidad algunas.
Mientras que otros gatos, únicamente les encanta dormir. Sentir el calor que desprende el vidrio y de la tela de las cortinas de las ventanas. Así es la manera en cómo logran soñar. Soñar en lo imposible, como cuando sus colas se mueven como péndulo cuando están felices. Eso si es para morirse. Ayuda también las voces de las personas y los pasos que suenan de su calzado. Eso, arrulla a los gatos. 


Las batallas en el desierto


Fue una lectura agradable. Un viernes en la tarde, un cielo ni nublado ni soleado, con un buen clima para caminar por las calles de la pequeña ciudad y perder el tiempo paso a paso. Tenía tiempo de sobra, un par de horas para hacer lo que quisiera antes de ir a un concierto de lo más gratificante. Entonces, decidí leer. Tal vez con las características anteriores mencionadas, lo mejor habría sido estar con algunos amigos y convivir, sin embargo, en esos momentos, en esas horas de aquel día viernes, me abordó un sentimiento de estar en soledad. No me considero apático o nada sociable, pero son esos instantes que necesitas estar sólo un buen rato. No para pensar en cosas o reflexionar o encontrarse con su yo interior, nada de eso o por lo menos no en mi caso. Únicamente quería estar con mi sombra nada más. Me senté en una banca de un parque cerca del río de la pequeña ciudad; estaba tranquilo y no había demasiados transeúntes para estar distrayéndome. El libro lo había pedido prestado de la biblioteca de la universidad, leí la sinopsis (siempre lo hago, a pesar de ya haberlo leído varias veces), miré la portada. La contemplé un minuto exacto, y comencé con las primeras letras de la oración inicial de la novela corta.

            En momentos no podía evitar sonreír y hasta reír un poco bajo de volumen, todo era divertido. La prosa era dinámica y directa. Sucesos tras sucesos pasaban tan rápido que las páginas cambiaban de lado hasta esconderla por la otra ya terminada también. Hubo un momento que detuve la lectura, en el instante donde menciona a la madre del amigo. Cerré entrecortadamente el libro para mirar la portada de colores oscuros y con un degradado peculiar de aquellas décadas pasadas. La mujer dibujada, la mujer ficticia que se encuentra sentada es realmente bella. Realmente perversa. Con las piernas cruzadas, con un vestido corto y sus manos tocando su delgada cintura, provoca que las fantasías vuelvan y se revoloteen en tu mente. Logré concebirla en un plano real, al punto de estar sentada a mi lado de la banca. Digna mujer de ganarse el corazón de un niño honesto, puro e inocente, pues ¿Qué mujer es merecedora de tal privilegio de una verdadera naturaleza? Ya nadie, ya nadie.

            A pesar de no ser posible, aquella mujer, aquella madre, quiere sonreír. Esos labios negros desean formar una luna menguante de carne y saliva, de lápiz labial. Por eso digo, que esa mujer es traviesa, denota perversión. Sí querían llamar la atención con esa portada para vender el libro, digo que lo han logrado. El título de la novela corta: Las Batallas en el desierto, sólo es mencionado una vez en todo el relato y la historia, y de una manera fugaz casi sin importancia. Es más, cuando alguien pregunta sí has leído el libro, ya sea la respuesta positiva o negativa, no imaginas un desierto ni mucho menos una batallas. Posiblemente en un patio arenoso de una primaria o secundaria. Sin embargo, lo primero que llega a la mente, es la enigmática mujer sentada con sus ojos censurados. Realmente sorpresivo.

                    

Acabé la pequeña obra maestra en unas dos horas u hora y media. Cerré los ojos unos instantes y sonreí por la desgracia ficticia, por la infelicidad irreal de unas páginas ya amarillentas y letras pequeñas y negras. El cielo se había nublado ya en su totalidad y decidí fumar un pequeño cigarro mientras miraba a las parejas sentadas en todo el ancho del parque.


            El final es melancólico. Triste en cierta manera. Decepcionante de otra forma. Sin embargo, conmovedor y excelente son las palabras exactas y correctas. A pesar de ser la opinión de un simple lector y amateur de la literatura, me encantó la forma en como el título sirve de dos cosas: aparte de ser una batalla imaginaria en el patio trasero de una escuela. Las batallas en el desierto, se presenta como la vida amorosa del niño. Lleno de calor sentimental, de una extensión prolongada, con ilusiones de un corazón enamorado. Sin recursos para ganarla. Quedándote solo, blanco, áspero y diluido como la arena. Un libro el cual no puede ser explicado porque sobran las palabras innecesarias, mejor, es leerla en una tarde, en una noche, sin prisas ni caminos. Para disfrutar de un amor imposible, incompresible, doloroso y magnífico. 

(Autor que no conozco...viñeta encantadora)

martes, 9 de septiembre de 2014

Cuentos Lésbicos (Decepción de una noche)

Decepción de una noche:



En mi corta vida, únicamente había leído tres títulos que abordaran la temática homosexual o para ser un poco más precisos, la gay. Por ejemplo: Con Louis y Ángel en la Saga del Detective Charlie Parker (John Connolly) Una pareja homosexual bastante cómica que da un giro a los momentos tormentosos de nuestro detective. Sin embargo, Louis y Ángel contarán con sus propios pasados turbios, sus vidas trazadas por sólo un contorno color negro alrededor de ambos. Después leería al Vampiro de la Colonia Roma (Luis Zapata) el cual me sorprendería demasiado leerlo. Al punto de emocionarme; de saber y explorar la vida de un homosexual viviendo en la Capital de México y aparte, ejerciendo el oficio de "Prostituto" En verdad un deleite leerle a Adonis. Por último, leería la vida de un joven universitario homosexual, en los años de las post-guerra y en el territorio Nipon. El Color Prohibido (Yukio Mishima) También en esta novela, las sorpresas no dejan de aparecer. Sin embargo, con tan sólo esta novela puedo atreverme aclarar que la vida de un homsexual no es tan diferente si proviene de América o si proviene de Asia, sí, también como a los demás seres humanos.

Estos tres libros eran los únicos leídos por mí que tramaran la vida de unos homosexuales. Para mi gran fortuna, tuve a mi alcance leer la antología de cuentos mexicanos de temática gay "Amor que se atreve a decir su nombre" (Ficción-Universidad Veracruzana)  25 cuentos, cada uno escrito por un estilo literario propio. Claro, como toda antología, algunos cuentos no son tan interesantes que otros. Sin embargo eso depende más del lector.
Otra antología (a pesar de no ser consagrada formalmente) de temática homosexual no se haría esperar, ahora bien, abordando desde la perspectiva de las mujeres, en pocas y otras palabras: Cuentos Lesbicos.

Si me encontraba con cierto encantamiento a la prosa de algunos cuentos temáticos gays, esperaba ansioso leer las vidas amorosas "prohibidas" de las mujeres. Sin embargo, aquí se encuentra mi decepción, y no sólo de una noche, sino de varias las cuales me tomo leer con calma estos cuentos breves.
No quiero sonar machista o superior, u otra característica egocéntrica hacia las mujeres, pero desgraciadamente los cuentos lesbicos que leí han sido deplorables, malos, sin, sin......

Posiblemente sea ya un estereotipo que he aprendido a lo largo de leer personajes femeninos de la literatura clásica o de autoras escritoras de los tiempos clásicos y modernos, sin embargo, yo esperaba por parte de ellas, una mejor prosa, una exaltación de lo sentimental y emocional de lo que conlleva vivir, de vivir como mujer.
En aquellas letras, en esas palabras deseaba encontrar un detallismo sumamente cuidado, una explosión de todo lo que una mujer en estos tiempos todavía resagados que se plasman aún en la sociedad actual, que no puede expresar con tanta claridad. Pero no, fue decepcionante. No quiero decir que los hombres dominen lo anterior dicho, como mencionaba antes, algunos cuentos de la primera antología fueron al igual mediocres, sin sentido, sin recordar; pero cuando lees algunos cuentos lesbicos esperas que varios sean buenos y deleitantes, pero ninguna o a lo mucho, sólo uno rescatable. ¿Por qué será? Siento que hoy, las escritoras mexicanas, han perdido la "delicadeza" de su escribir, y  cuando menciono "delicadeza" me refiero a lo que destaca a un buen escritor.

Alrededor de mi corta vida, he leído a escritoras, desde Virgina Woolf, J.K. Rowling, Elena Garro, Poniatowska, Banana Yoshimoto.... y han sido escritoras magnificas. Sin embargo, con esos cuentos recopilados me he dado cuenta que existen cuentos y relatos con temáticas interesantes, historias grandiosas, pero la prosa puede destrozar todo.

Una decepción para ir a dormir el día de hoy.

Saludos.


jueves, 28 de agosto de 2014

Alan Moore - Sobre la escritura y los escritores

En cierta forma, no sé si tenga derecho en publicar esto.
Creo que no estoy apto, aún no, de opinar de este vídeo. Alan Moore lo conocemos por sus grande trayectoria hacia las historietas, escritos, creaciones en diferentes ámbitos artísticos. Sin embargo, a comparación, no se nada de él. Desconozco la mayoría de su trayectoria. De sus historias, de sus momentos del por qué y el porque.
A veces me siento avergonzado.

Para concluir, enlazo este vídeo para que los demás lo conozcan o por defecto, lo que aman a este hombre, entienda su critica tan emotiva, efectiva y realista sobre la escritura de un escritor. La creación literaria pende de algo: DETENERSE

SI UN ESCRITOR ESTA SATISFECHO CON SU TRAYECTORIA, SEGURAMENTE, SU CARRERA ESTA ACABADA



https://www.youtube.com/watch?v=JdcT2UNNLm4


lunes, 25 de agosto de 2014

¿El Jardín de los Senderos que se Bifurcan?

A Jorge Luis Borges no lo he leído como se debe. Es casi una vergüenza poder mirar a literatos, conversar con ellos y no saber nada, de este peculiar y renombrado escritor argentino. Bueno, siempre he dicho que para todo hay tiempo y ojala nunca me he equivoque. Mientras tanto me deleito con algunos de sus cuentos en famosas antologías, o por azaras del destino de la internet que me pone enfrente de mí, uno de sus números textos narrativos.



Sin embargo, no todo es cuento o ensayo. También se puede exprimir más de un alma que ha estado ya ausente desde hace muchos años. Y esto lo demuestra, una pequeña probada de algo que merece ser algo enorme. Ustedes júzguenlo.



jueves, 21 de agosto de 2014

Maneki-neko (Corte Cinematográfico)

No ha pasado ni siquiera una misera hora desde que (por fortuna de la página en facebook: Extremo Oriente...) conocí y aprecié este corte.

Demasiado cómico, demasiado bien hecho para unos estudiantes. Sinceramente, a lo que respecta los primeros segundos del corte, no te imaginas la trama, el desarrollo ni el final. A mí perspectiva (el cual no soy el único que opina lo mismo) el cine asiático o más globalizado Oriental,  siempre ha sido una joya en bruto, que pocos tienen la gracia de pulirla para apreciarla lo mejor posible. En verdad, las películas asiáticas son realmente una experiencia nueva, en cada una de ellas. Algunas originales, algunas obras magistrales y otras, también tienen el infortunio de ser malas, pero eso son los gajes de conocer nuevas fronteras. 
Únicamente les pediré una petición, un favor: Exploren el cine antes dicho. No se arrepentirán, lo prometo hasta con sangre. Es cine, con sólo eso, debemos buscar más, y que más por empezar viendo y  asombrarnos de un corto "amateur" estructurado corta pero efectivamente. 
Sinceramente ¿Quién no ha querido ser parte de una realización de una película? Suena distante y hasta imposible, pero es un sueño que esta al alcance de todos y es lo que este corto nos demuestra. No hay fronteras y las ideas sobran 

miércoles, 20 de agosto de 2014

Visiones del Mundo.


Visión del mundo en un mapa de origen Chino. 


Visión del mundo en mapa de origen Australiano. 

domingo, 17 de agosto de 2014

Slavoj Žižek entra en una peluquería

(Original de Mallory Ortberg)
Tomado de Pijama Surf
Slavoj Žižek entra en una peluquería sin hacer cita
se sienta en la primera silla vacía
“quiero un corte”, le dice a nadie
y a todos
“Corta mi cabello. Haz que luzca terrible.”
“Y no me mires a los ojos.”
ser Marxista
no es excusa
para no verte bien
Slavoj Žižek, ¿estás enojado
con el capitalismo
o con las tijeras?
Slavoj Žižek
por qué no intentas plagiar la próxima vez
otro estilo de corte de cabello
Slavoj Žižek
tu corte de cabello es como el capitalismo tardío
privado de integridad
y sostenido en una infraestructura vacilante
Slavoj Žižek
tu barba
como el Comunismo
funciona mejor en la teoría
que en el mundo real
Slavoj Žižek
recuerda que Derrida se opuso a las tesis claramente definidas sobre bases filosóficas
no sobre coqueterías personales
hasta tu corte de cabello es una mala lectura de Hegel
recuerda
tu ontología puede dar primacía al sujeto creativo que manipula el discurso
y usa un peine
al mismo tiempo
Slavoj Žižek
¿te mataría sonreír?
toma una ducha Slavoj Žižek
descansa un poco
te ves fatal
tus amigos están muy preocupados por ti, Slavoj Žižek
tus amigos están preocupados por ti y por tu cabello, Slavoj Žižek
tus amigos están preocupados por ti y por tu cabello y por tu idea de subjetividad, Slavoj Žižek
Slavoj Žižek entra en una peluquería
y vuelve a salir
Nada ha cambiado.
“La palabra es el asesinato de la cosa, no sólo en el sentido elemental de implicar su ausencia –al nombrar una cosa, la tratamos como ausente, muerta, aunque aún siga presente—sino sobre todo en el sentido de su disección radical: la palabra ‘compartimentaliza’ a la cosa, la arranca de su inserción en el contexto concreto, trata a sus partes componentes como entidades sin existencia autónoma: hablamos de color, forma, perfil, etc., como si estas poseyesen un ser autosuficiente.”
tu corte de cabello
es el asesinato
de tu cabeza

lunes, 11 de agosto de 2014

Cierta Decepción en la Noche

Me encontraba viendo la televisión, a eso cerca de la medianoche. Pasando de canal en canal, hubo uno que me intereso. De hecho, siempre me ha gustado su programa, he de decir que no lo veo a menudo, pero cuando existe la ocasión (como lo fue ese día) no hay porque seguir buscando.
De cierta forma, admiraba al hombre; buena vida, viajando por todo el mundo, literalmente, visitando cada rincón de lo que se puede llamar sociedad. Así, hablo del buen Anthony Bourdain.



Espero que ya lo han visto o por lo menos que lo reconozcan, y mejor si han visto sus programas. Pues bien, para seguir con este corto relato, me encontré con él y con su programa: Anthony Bourdain Sin Reservas (o por lo menos es así aquí en México) En ese episodio no iba a un lugar interesante o raro, únicamente se dirigió a Nueva York. Bueno, por lo menos Bourdain aceptó que no era un lugar místico sin embargo, si tienes la oportunidad, debe uno dirigirse allá. De eso no hay duda ni pleito.

Bourdain empezó a decirnos sobre como moverse en la ciudad; de un lado a otro criticaba los robos de los transportes públicos y claro, del robo personal. Nos dio tips de como pasar desapercibido y recomendaciones de buenos hoteles. Buenos tips. Y como es el programa, pasó inmediatamente al tema culinario. Inició con unos buenos bares para pasar momentos tranquilos y con cierta paz y discreción.
Como es sabido de la Gran Manzana, respecto a su comida no es la gran cosa. Lo que quiero decir, es que su comida no es más que mezcla de otras culturas y recetas. Lo más destacado de allá es quien te sirve lo mejor de lo mejor. A lo que estoy de acuerdo.

Felizmente estaba viendo como devoraba una hamburguesa. Lo curioso de esa parte, es que Bourdain se mostró muy patriótico ¿Cómo? "Toda hamburguesa en América se debe pedir a Termino Medio. Sino, no es nada norteamericano y le fallas a la nación" ¡DIABLOS!  Nunca lo creí de Bourdain diciendo eso. Esta bien que se enorgullezca y todo, pero..... Bien, eso fue un punto negativo para Bourdain. Quiero aclarar que no estoy en contra de ese tipo de Termino, únicamente me dio una gran sorpresa que dijera eso. Nunca lo había visto de esa forma.
Nos dio consejos de los mejores lugares o mejor dicho, de las mejores manzanas de la ciudad donde se encontraba la mejor comida, claro, dependiendo del precio y la calidad. Bien, eso a cada quien.
Bourdain pasó por todas las comidas rápidas que se servían en restaurantes y claro, su majestuoso sabor y calidad. Muy bien, nada de que quejarse. Sin embargo, hubo momento en el cual, Bourdain empieza hablar con otros comensales, y al parecer la pareja que estaba charlando, hablaba del Sushi. El cual Bourdain (clásico de él) metió su pequeña nariz y dijo como alguien clava sin dudar una espada a una fiera vil, lo siguiente: 

"Saben algo, el mejor Sushi no se hace en Japón. Es verdad. El mejor sushi se encuentra aquí en Nueva York y no allá en Japón" No es cierto, no te creo-responde el tipo. "Se los aseguró, lo juro por mi vida, de hecho, vayan a X lugar y verán...."




Ahí fue una decepción en una noche. Tal vez mi puntos sobre mi enojo estén en contra mía o no justificados, pero ahí va. Ahora, no soy nadie para decir que eso sea mentira, porque nunca he viajado a Japón y nunca he probado el Sushi de Japón y ni siquiera de Nueva York. Sin embargo, de una cosa estoy seguro. Que esta equivocado, Bourdain me ha fallado.
¿Cómo? Posiblemente, sea cierto y ¿sabes algo? le creo. Creo que tenga un sabor más apetitoso el sushi de Nueva York, quizás hasta donde yo lo he comido también sepa mejor. Del sabor, tal vez tenga razón. Pero es evidente la opinión. Miren, les pregunto ¿Cómo seleccionan sus comidas favoritas? ¿Qué debe llevar x platillo para que sepa delicioso? ¿Queso? ¿Buen aceite? ¿Paste recién hecha?...infinidades de cosas e ingredientes pueden ser. Y ahí es el problema.
Nosotros podemos responder lo anterior ya que nosotros ya tenemos un "Indicador" de lo que es bueno y malo. Y Bourdain no vio eso. Exacto, la comida es muy diferente en todas partes. Suena tonto pero es cierto lo siguiente: ¿Donde se hace la comida China? Pues en China. Y evidentemente es así, hay ingredientes que no se consiguen en otras partes del mundo donde uno se encuentra. Y si por los recursos pueden entregártelos, también existen miles de formas de preparar un platillo ¿No es cierto?

Evidentemente a Anthony no le gustó el Sushi de Japón pero ama el de Nueva York ¿Por qué será? Creo que ya le di una respuesta. Dependiendo que le haya gustado o no, es su gusto y criterio, de ahí no me entrometo. Pero que juzgue, jura y diga que el mejor de todos es el de Nueva York es mentira. Lo mejor se encontrará allá en su tierra naciente, no allá, no acá. Únicamente en ese lugar de origen.

Posiblemente abrí un tema muy banal para esto, pero como dice en el título de la entrada, es una decepción que no puedes dejar atrás. Algo memorable que estará en tu cabeza un buen rato. No sé, viendo ese episodio cambió mi forma de verlo.
¿Ustedes que opinan?

domingo, 10 de agosto de 2014

Polythene Pam = Coca Pam

Había tenido un día demasiado tedioso. Y lo peor de todo, es que había sido desde muy temprano, de hecho, desde el amanecer. Suena exagerado pero es la verdad. Tenía que ver varios papeles que pide la Universidad; documentos absurdos que debes entregar para que sólo te hagas una pregunta ¿Para qué carajo necesitan eso?
En primer lugar tuve que levantarme a las cinco de la mañana, y en un periodo de vacaciones el cual el despertador siempre suena a eso de las diez de la mañana, era muy dificultoso para mí, casi imposible. Pero bien, tome un ducha, me vestí; milagrosamente me había cortado el pelo el día anterior, así que no tuve molestias en peinarme y perder varios minutos (a pesar de que siempre me veo igual) Sólo desayuné un vaso con leche, me cepillé los dientes y al cerrar la puerta de mi casa, vi los faros de luz amarilla que cuelgan en la calle, sentí frío y una pesadez recorría mi cuerpo. Sólo imaginaba siguiendo dormido en mi encantadora cama, enrollado por varias sabanas y despertando después sin ninguna preocupación.

A empezar a caminar me pregunté: ¿Cuántos estarán despiertos a esta hora? Sabía que muchas, quizás infinidad de personas, sin embargo, en esa madrugada de flojera mía, sólo pensé en dos: Los canarios que chiflaban y las personas que conducen a esa hora el transporte el público, el cual, tenía que subir en uno de ellos para ir a mi destino.
Saltaré todo lo que hice esa mañana y parte de la tarde; únicamente mencionaré el par de horas que estuve parado para esperar mi respectivo turno. El frío punzante que sentía en mis manos y en mi rostro, las charlas ridículas un poco molestas de los demás, y para joder, el calor sofocante que empezó a sentirse a mediodía. Sí, así de tedioso fue el día y el papeleo. Sin embargo, llegando casi a mi casa, miré la misma y típica tienda de mis vecinos. Lo único que me gusta de esa “micro empresa” dentro de una casa, es que se encuentra en un corredor; bastante colorido y bien ordenado para un espacio tan reducido. Bien, por haber tenido un día tan extenuante, me merecía un capricho, algo refrescante o más que nada, algo frío. Quería una coca-cola. Sí, también hay agua y otros líquidos que venden frío, pero una coca-cola era mi antojo. Agarré una lata, la pagué, entré a mi casa, me senté en mi sillón de la sala y al recostarme un poco y sentarme por quizás tercera vez en el día, abrí la lata.

Piiiissshh!

El clásico sonido burbujeante al abrirla y el clásico primer sorbo que extrañamente sientes demasiado frío o demasiado burbujeante en la garganta. No prendí el televisor, no reproduje nada de música, ni siquiera miré mi celular. Quería estar sólo sentado en mi sala (es el lugar que más me gusta de mi casa) bebiendo mi refresco. Al acabarme el refresco y estrangular un poco la lata, la miré un poco. Una leyenda, no, un nombre estaba escrito ahí: PAMELA.
Oh, la mercadotecnia siempre es curiosa. Y después de indagar un poco en tu cabeza, empiezas a darte cuenta que a veces, en ocasiones, la mercadotecnia es tan simple, tan ordinaria, que lo que compras no es más que nada, solo algo tan común. Sin embargo, eso quiere decir que son inteligentes. Pensé un momento en Japón; ver en algunas ocasiones sus comerciales o su propaganda de x producto, siendo tan abstracta, sin sentido o muy diferentes a lo que tienes acostumbrado en esta parte del mundo. Eso sí es imaginación. Sin embargo, con Coca-cola company fue diferente: Colocar simples nombres en latas y envases de su refresco y que la gente se emocionará y aventurase a encontrar su nombre, sería tan grande, que sus ventas obviamente, se incrementaran. Que puedo decir: HOLA, ESTO ES EL CAPITALISMO. ¿RECUERDAS? DONDE TODOS VIVIMOS.

PAMELA, nombre, que curioso también es, o por lo menos para mí si lo es. Nombre de una chica, de una mujer. Amiga que nunca he tenido con ese nombre. Sólo recuerdo de una compañera en la escuela media superior, que ni siquiera era de mi grado y que jamás chocamos ni una palabra. PAMELA, sí lo busco en Facebook, o en otras redes sociales, quizás encuentre unas mil, pero ninguna conocida. Pero que pensaba: “Centenares de personas que te rodean cuando estás en la ciudad, las miras y nunca piensas en su nombre” Sí, es cierto, pero es curioso cuando lo ves en alguna parte o en algún objeto. No es lo mismo si ves nombres en una propaganda o anuncio y miras su fotografía o en su defecto, tiene un título, como: “Necesitas que vacunen a tus mascotas, haz una cita con el veterinario X” Ó “Tienes problemas financieros, nuestra Asesora X, lo ayudará”. Aquí en una simple lata de mercadotecnia y de refresco, encuentras un nombre y ya, sólo eso, nada más. Posiblemente no era para mí esa lata, era para una PAMELA, o para alguien que conocería a alguien llamada Pamela, pero la escogí al azar. A veces pienso en los problemas que me ocasiono al preguntarme cosas sin sentido o sin importancia. ¡Ay de mí!

Ya que no conocía prácticamente a ninguna PAMELA, empecé a indagar un poco en mi memoria. Algo me punzaba, como sí algo quisiera que yo lo hallará, y efectivamente así lo fue. Era una canción, una canción que no es de mis favoritas pero tampoco no me gusta. Una canción de una de mis bandas favoritas: Los Beatles. Al ver la lata algo deforme por mi mano, y al ver el nombre, la canción se reprodujo en mi cabeza y empecé a tararearla: POLYTHEME PAM. Obviamente no dice nada de Pamela, pero vamos, es su diminutivo. No sé, es una canción simple pero con un toque únicamente de los Beatles. Al igual se encuentra dentro de un Medley, lo cual la hace doblemente genial y agradable. Había encontrado a PAMELA o mejor dicho, había recordado a PAM. ¿Quién se hubiera preguntado que la hallaría en una canción? De hecho ¿La buscaba desde un principio? Creo que no, pero da igual, la canción es fabulosa.
Tendrías que ver a Pam Polietileno 
Es guapísima pero parece un hombre 
Tendrías que verla disfrazada de mujer 
vestida con su bolsa de Polietileno

Tal vez tome una foto innecesaria de un lata ordinaria y escribí algo sin importancia pero nunca me arrepiento de hacerlo. Escribo lo que quiero y eso es lo que me gusta. Al escribir me siento bien, casi como una necesidad para sentir esa sensación. Y después esto lo público y posiblemente haya alguien que lo lea y se logre (a lo mucho) identificar o decir: “También me ha pasado”
Como una lata me hizo recordar y escuchar de nuevo a los Beatles, a preciar de nuevo su disco “Abbey Road”. Pam, Pam, Pam, suena bien, chica polietileno.

Sí, podría decirse que está muy bien hecha

Yeah, yeah, yeah