Para
empezar, es el primer libro que leo proveniente de la imaginación y de la
literatura china. Poco a poco he comprado los libros del ganador del nobel de
literatura, Mo Yan, sin embargo, aún no he leído nada de él. En lo personal
creo que es mejor leer lo antes que lo después o lo de ahora. No sé, nunca es
malo descubrir el pasado cercano. Y por fortuna, pude toparme con la literatura
de Wei Hui, con dos aspectos muy simpáticos: El primero, que sea mujer (no digo
que sea algo anormal) y el segundo, que el tema se concentra en el amor y el
sexo. Pero más que nada en el sexo.
Lo
interesante de este libro, es su portada (por lo menos aquí, en el continente
anglosajón). No, no es por la “señorita” china de vista perdida en sus
pensamientos que aparece. Sino las minúsculas pero llamativas letras en blanco
y en apostrofes que dice: “El libro prohibido de China”. Debemos aclarar que el
libro fue lanzado en los años 90. Aparte, China siempre ha sido muy conservador
desde sus orígenes, sin embargo, eso no hace hincapié a la prohibición. Estemos
de acuerdo que el libro, se maneja una literatura y una prosa muy libre, sin
límites en las descripciones y en los significados de algunas escenas o de
algunos pensamientos. Pero he de decirlo de nuevo, no es para tanto.
Al
principio pensé que me iba a topar con una historia semejante a la temática de
“50 Sombras de Grey”. La chica o mujer que busca tener aventura en su vida y lo
experimenta en las relaciones sexuales un poco “obscenas” para unos cuantos.
Que busca satisfacerse (la protagonista)
con cualquier hombre que esté dispuesto a aceptarlo. Sin embargo, en este libro
no fue así. En mi opinión diría que es muy romántico, claro, en su sentido; sin
embargo, no cae en el cansancio de lo mismo. Su historia se va desglosando de
una manera muy especial. Algo rápido pero certero. Los diálogos son expuestos
después de una descripción de un paisaje, de un recuerdo o de un pensamiento de
Cocó (nuestra protagonista) para dar –siendo efectivo- una fuerza en los
diálogos entre los personajes. A pesar de ser algunos tan banales, caen
perfectamente. El aspecto romántico fue lo más adecuado que puede darse.
La
trama es tan simple y corta que de alguna manera, podemos saber un poco de cómo
se desarrollará o en qué circunstancias se darán los hechos. Cocó es una chica
que dejo los estudios y se separó de sus padres, para vivir de su independencia
y hacer lo que amaba, escribir. Ella, había escrito un libro de cuentos llamado
“El Grito de la Mariposa” Que había tenido un gran relevo por su temática
sexual. Sin embargo, este libro la catapulto a unas ventas exitosas pero
pasajeras. Cocó pronto se distanció de su editora, del trabajo que tenía en una
revista. Y después para subsistir en la gran ciudad de Shanghai decidió
trabajar en una cafetería tranquila. Es ahí donde conoce a Tantian.
Cocó
se enamora “verdaderamente” de Tantian: un chico ex-universitario, ex-pintor de
una sensibilidad extraordinaria, siendo esto el amor especial que siente Cocó
hacia él. Sin embargo existe un simple problema preocupante. Tantian es incapaz
de satisfacerla sexualmente a pesar de su amor apasionado hacia ella. Después,
de ser invitada por la amiga de Tantian (MADONA) a una fiesta de celebridades,
Cocó conoce a un extranjero alemán llamado Mark, es ahí donde Cocó encontrará
en ese extranjero bien formado y fornido, su satisfacción sexual.
Podemos
decir que eso, es lo necesario para saber todo. De verdad es algo tan sencillo
que cuesta creerlo. O por lo menos, no lo captas a la primera. El libro poco a
poco, como escribí anteriormente, se va abriendo hacia nosotros. Las historias
que engloban individualmente la vida de los personajes son tan sutiles,
distanciadas entre ellos, singulares y muy bien equilibradas para hacer una
mezcolanza perfecta. Desde Tantian, el chico sensible que esta distanciado de
su madre por el supuesto asesinato de su padre. De Madona, la amiga de Tantian,
que vive para ser libre y sabia, después de una juventud llena de secretos
negros. De la prima de Cocó, que ha amado y después renuncia y de nuevo amado.
Todo un ciclo. Y de la misma Cocó, que con la promesa de escribir de nuevo, de
empezar una nueva novela; explotará en sus deseos, en sus temores, en sus vivencias
y sus experiencias, todo para acabar con su novela.
Otro
aspecto muy importante es el título de la novela. Se nos presenta una Shanghai,
una ciudad de rascacielos, de promesas y de historias. La protagonista y por
ende, la escritora, nos explaya una ciudad donde a pesar de ser una pasada se
puede identificar como la que es hoy en la actualidad. Una ciudad con sus dos
caras, con su hermosura y oscuridad. Con sus distancias y cercanías que todo es
una conexión. Y después, el “Baby”. Un ejemplo de inocencia pero a la vez de
picardía. De cierto sobrenombre o de cierto sentimiento. No, no porque sea
perteneciente a la ciudad, sino, porque nos muestra una Shanghai al desnudo.
Llena de libertades ocultas y misterios. Sí, como una mariposa. Un excelente título.
Lo
que me pareció perfecto fue como las historias se van conectando. Sí, por la
gran ciudad. De la emociones que se ponen en juego. De las debilidades y
fragilidades que se llega a topar uno en una gran ciudad, en una gran
inocencia. Y lo mejor, es con la sutileza con la que se maneja. Una rapidez que
en tan sólo 300 páginas chicas, se nos muestra un micro-cosmos oriental, o
mejor dicho, chino. Evidentemente, me gustó el libro. Quisiera leer otro de la
autora, aunque eso sí, con un determinado espacio para asimilar la lectura,
despejarme y poder disfrutar de nuevo, de ella. El final, es una experiencia
tan lastimosa, agobiante pero deleitante al saber lo que es desconocido para
uno y como esto o como siempre, habrá algo desconocido que nunca sabremos explicar.
“Como
dice la canción de Alanis Morrisette, en Jagged Little Pill: Estoy enferma pero
soy bonita, BABY”
“[…]
No sólo es brillante sino también muy hermosa, una Baby de temer. Estoy segura
de que es capaz de decir y hacer todo lo que quiere.”
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